En este espacio buscamos compartir con usted información y nuestras opiniones y comentarios de diferentes temas que creemos pueden ser de su interés
Empleados mediocres o Dirección mediocre?
Publicado: el lunes 23 de enero de 2012 | Por: Francisco
Es común encontrarse a directivos o empresarios quejándose de que su gente “no le responde” como quisiera o bien, sin decirlo abiertamente insinúan que muchos de sus problemas son porque su equipo de trabajo no está al nivel que él/ella quisiera. Más extraño es encontrar algún líder que mencione que sus empleados no dan el ancho porque le ha faltado apoyarlos, desarrollarlos y clarificarles las expectativas que se tienen de ellos.
Usted en su empresa cuenta con empleados mediocres? En caso de que la respuesta sea afirmativa qué está haciendo al respecto? Si son mediocres por qué los mantiene en su empresa?
El contar con empleados mediocres es la mayoría de las veces más un reflejo de la dirección que una causa de los problemas que la aquejan.
Ya sea porque la dirección no cree en el desarrollo de las personas, o porque se quiere ahorrar unos pesos o simplemente porque no quiere tener a alguien que le haga sombra. Es más fácil tener a alguien a quien culpar de los males de la empresa y alguien a quien “mangonear”. El problema es que esto solo sirve para que el directivo tenga una zona de confort personal que en nada ayudará a su empresa.
Otra situación es que se mantienen a estos empleados porque cuesta mucho despedirlos y de aquí se desprenden dos posibilidades. Un despido a tiempo nunca será tan caro como el perjuicio que una “manzana podrida” le puede causar a la empresa. Y un despido de una persona con antigüedad seguramente será muy oneroso pero esto se deberá ya sea a que no se hizo el despido a tiempo o porque no se trabajó en el desarrollo, motivación y alineamiento del empleado lo cual probablemente lo llevó a su propia zona de confort y una situación de desánimo y mediocridad. En vez de estar cada vez más comprometido con la empresa el paso del tiempo tuvo efecto contrario. De quién será responsabilidad algo así?
Una empresa con personal mediocre es por lo general el reflejo de una dirección mediocre. No es posible que la dirección culpe y señale la mediocridad de sus empleados cuando el único responsable de su contratación, desarrollo y permanencia en la empresa es la misma dirección.
Analice su propia empresa. Analice su personal. Analícese usted mismo. Evalúe lo que quiere lograr y si el personal que tiene es el indicado. Si no lo es, tome las medidas adecuadas ya sea de movimientos o de desarrollo según sea el caso. Si prefiere mejor seguir igual, entonces ya sabe a quien responsabilizar.
Saludos!
Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial
Tu empleado te cuesta?
Publicado: el domingo 15 de enero de 2012 | Por: Francisco
La atracción, desarrollo y retención de talento es seguramente uno de los principales retos de las empresas actualmente. En tiempos pasados probablemente el jefe podía darse el lujo de perder empleados y reemplazarlos con “otras piezas” ya que él era el que sabía más y conocía más del negocio.
En los tiempos tan cambiantes de hoy, lo que ayer sirvió hoy probablemente ya no. Y el que ayer era un experto hoy puede estar obsoleto. El producto más novedoso de hace tan solo un año, hoy ya es un clásico. Es por esto que el mantener a personas talentosas con capacidad de desarrollarse, adaptarse, aprender continuamente, etc. es indispensable para que una empresa pueda alcanzar el éxito. Y una pregunta que surge normalmente será: Pero no me cuesta mucho retener el talento?
La respuesta dependerá de la situación particular en que se encuentre la empresa y el empleado.
Primero que nada hay que definir lo que determina el VALOR de un empleado. Este debe estar determinado por lo que aporta realmente a la empresa y puede ser que en ocasiones ese valor esté limitado por cuestiones ajenas a su persona. Por ejemplo: Una persona talentosa, preparada con ganas de crecer que se encuentra en un puesto donde se encuentra “sub-aprovechado” está aportando poco valor aunque por causa ajenas a él. Como también puede aportar poco valor alguien que no tiene ni el talento ni las ganas.
Por otra parte, tenemos que tener en mente cual es el COSTO de ese empleado, que son en las erogaciones en que incurrimos por contar con sus servicios. Dar empleo debe ser una inversión. Dar empleo no debe ser “caridad” pero tampoco debe ser tirar dinero.
Si el empleado VALE más de lo que CUESTA es muy probable que ya esté buscando otras opciones de desarrollo y mejora económica, o bien, puede ser que esté entrando en una zona de comfort en que se equilibrará su costo y su valor, perdiendo la empresa el potencial que pudo haber ofrecido. Para evitar esto al empleado se le deberá reconocer económicamente su valor y se le deberá asignar en un puesto donde se encuentre motivado. El valor puede subir o bajar dependiendo de las circunstancias así que hay que promover que ese valor sea lo más alto posible y asignarle un costo comparable.
Ahora bien, si el empleado CUESTA más de lo que VALE muy probablemente existe un problema de asignación de funciones y esté trabajando por debajo de su potencial. Una vez más habría que reasignar responsabilidades. O bien, puede ser que simplemente las funciones asignadas no las desempeña correctamente y no “da el ancho”. Dependiendo de la situación, se tendría que motivar al empleado, asignarle mayor responsabilidad para que su potencial se explote y su valor se equipare a su costo, o en algunos casos donde el costo es mayor que el potencial que el empleado puede aportar, se tendrá que decidir incluso separar al empleado de la empresa.
No es tarea fácil pero es importante buscar que sus colaboradores estén trabajando al máximo de su potencial en beneficio de la empresa, y que este valor que aportan se encuentre bien equilibrado con el costo que representan. Ni más ni menos. No busque ahorrarse uno pesos en un empleado que vale la pena. Ni tampoco premie la mediocridad porque esto se reflejará en sus resultados además de que resulta también desmotivante para los demás iniciando un círculo vicioso.
Qué prefiere? Un empleado talentoso que pide más y que aporta realmente a la empresa? O un empleado sumiso que no se queja de su situación pero que realmente se encuentra en una situación de mediocridad en la que prefiere hacer lo menos posible? Cual de los dos cree que le está costando más?
-Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial
Cuanto vale el dinero?
Publicado: el domingo 8 de enero de 2012 | Por: Francisco
«De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.» – Benjamin Franklin.
Imagine que usted logra salvar a la tierra de una catástrofe porque encontró una vacuna para combatir una enfermedad que estaba por acabar con toda la humanidad. A raíz de esto usted se hace un héroe mundial. A donde va lo saludan. Lo que pide se lo dan. Nadie le recibe dinero porque están tan agradecidos que nada le cobran. Viajes, casas, comidas, yates, lo que usted guste lo tendrá sin costo. Incluso le han dicho que lo mismo harán con toda su familia y su descendencia. Para usted y sus seres queridos el dinero no vale nada! Si este fuera usted… que diferencia harían para usted varios millones de dólares en el banco? De qué le servirían?
Cada quien tiene su percepción de lo que es el dinero. Hay quienes dicen que el dinero no compra la felicidad y hay quienes discrepan y opinan que el dinero sí trae la felicidad. Lo que sí es un hecho, al menos en mi opinión, es que aunque el dinero no lo es todo en la vida, la ausencia del mismo, nos complica mucho nuestro camino hacia esa felicidad que tanto se menciona. Pero entonces qué tanto debe importar el dinero?
Usted qué opina? Qué es el dinero para usted y que peso específico juega en su vida?
Comparto con ustedes mi opinión.
El dinero es un producto (o subproducto?) de nuestros logros, pero no debe ser el objetivo final de nuestras acciones. De lo contrario, sería una visión muy limitada de nuestra meta en la vida.
El dinero debe ser un medio, no un fin. Un medio para gozar de tranquilidad, de libertad e independencia y para disfrutar las cosas que el dinero puede comprar que nos produzcan placer. Pero el dinero no es el fin. Incluso para aquellos que ahorran toda su vida para dejar algo al morir, el dinero es tan solo el medio que les permite dejar algo a sus descendientes y probablemente de esa manera encontrar significado a esa acumulación y sentir que se fue exitoso en esta vida.
El dinero también es una manera de llevar el “score” de nuestros éxitos. Es el punto de referencia. Para bien o para mal, es muy comúnmente la vara con que se mide el éxito que hemos logrado cosechar. En muchas ocasiones Dinero=Reconocimiento y Estatus. Una vez más, el dinero en sí no es un fin.
Si el dinero realmente fuera un fin, qué estaría dispuesto a hacer por él? Habrá quienes roben o habrá quienes maten. Pero matarían a un ser querido? O sacrificarían su libertad voluntariamente por dinero?.
Quiero aclarar que mi ideología es capitalista y mi perfil profesional también. He trabajado con inversiones y asuntos financieros y claro! busco hacer dinero! Busco tener el medio para satisfacer mis necesidades. Y busco que se me recompense por mi esfuerzo. En eso no veo nada de malo. El punto es: Qué precio estamos dispuestos a pagar por ese dinero?
Creo que el dinero que pagamos o recibimos debe representar el valor que recibimos o entregamos a cambio. El dinero es tan solo una manera de simplificar el trueque que hace muchos años atrás se empleaba. Estrictamente hablando el dinero es tan solo un pedazo de papel o metal que debería de representar valor, mas no tiene valor intrínseco. Si recibimos mucho dinero y entregamos poco valor a cambio… a quién engañamos? Si damos valor y no recibimos la justa recompensa… por qué? Cuando se rompe esa igualdad empiezan los problemas. Usted gana en su trabajo lo que se merece por el valor que genera? Su empresa recompensa el esfuerzo de sus empleados por el valor que recibe de ellos? Sus clientes pagan lo que vale su producto o servicio?
Mi punto es que al dinero hay que darle su justa dimensión y que hay que poner sobre la balanza cual es nuestra verdadera meta y nuestra verdadera misión en esta vida. Mi objetivo con estas palabras es que usted reflexione en este sentido. Muchas personas (y empresas) pareciera que viven solo para hacer dinero a toda costa. Si entregaran valor a cambio no habría problema, pero si no es así, alguien está perdiendo y el “trueque” ya no fue justo, o no?
Hemos vivido varias crisis donde el común denominador es la avaricia. En el momento que el dinero no representa su justo valor empiezan los problemas. Y esto sucede porque hay quienes ven en el dinero un fin cuando la palabra clave es valor. Pero la pregunta sería: Y qué es lo que vale la pena entonces? Eso solo cada quien se lo puede contestar.
Busquemos nuestro por qué o nuestro para qué. Y en el camino ganemos todo el dinero que nos merezcamos, que no es lo mismo que ganemos todo el dinero que podamos. De esta forma creo que se arreglarían muchos de los problemas que vivimos actualmente.
Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial
Año Nuevo… Propósitos viejos?
Publicado: el lunes 2 de enero de 2012 | Por: Francisco
Es común que muchos de nosotros aprovechemos el fin de un año para reflexionar y hacer propósitos y establecer metas para el año nuevo… bueno, siendo sinceros es más común que digamos tener propósitos pero omitamos la parte de la reflexión y de las metas. Propósitos no es lo mismo que metas. También es común que la mayoría de las veces, esas metas o propósitos se queden en buenos deseos.
Existe mucha literatura sobre el establecimiento de metas y diferentes técnicas para que este ejercicio sea efectivo y que las metas realmente se alcancen. Entre estas se encuentran las siguientes recomendaciones:
- Escribir las metas, no solo pensarlas.
- Tener las metas en un lugar que sean visibles.
- De ser posible, hacerlas públicas con personas de nuestra confianza para que sirvan de apoyo y motivación.
- Redactarlas de la manera más específica posible. Con descripción de fechas, importes, estilos, etc. dependiendo de lo que se trate la meta, pero que el alcanzar la meta sea algo medible y realista. Si no tenemos esto, tenemos un “quisiera” no una meta.
La diferencia entre un “quisiera” y una meta es la misma que existe entre “Quiero bajar de peso el año que entra” y “Para el 30 de Junio del próximo año voy a pesar 10 kilos menos”.
No es mi intención profundizar en esta información en este momento (espero que sea tema de un futuro artículo), sino que propongo un ejercicio que considero que puede ayudar a complementar estas técnicas.
Primero, te recomiendo hacer un análisis de tu situación actual en los diferentes aspectos de tu vida. Esta es la parte de la reflexión. Para esto se puede utilizar una herramienta muy utilizada llamada la Rueda de la Vida. Hay diferentes versiones disponibles y se puede accesar una en la sección de Recursos de este sitio y ahí mismo se da una bree explicación de cómo realizar el ejercicio.
Una vez realizado el ejercicio podrás identificar las áreas en las que tienes más carencias, o bien, aquellas que pueden ser prioritarias para ti. La idea es que las metas que te fijes, realmente te ayuden en esos aspectos de tu vida para que el alcanzarlas sea realmente motivante. Por ejemplo, si tu meta es bajar de peso pero realmente tienes problemas económicos y familiares, cuál será prioridad? O si tu meta es ganar más dinero pero profesionalmente estás en un empleo sin futuro y no te estás preparando para buscar mejores opciones, cuál es la meta que debieras perseguir? Todos somos diferentes y no debemos perseguir las metas del vecino ni las que son más populares, sino las que realmente son importantes para nosotros.
En base a lo identificado en la rueda de la vida, aunado a aquellas aspiraciones que puedas tener (no todas las metas deben ser para cubrir carencias) realiza tu listado de propósitos/metas tratando de aplicar las recomendaciones señaladas al principio, pero te recomiendo que las agrupes en diferentes secciones, similar a como se agrupa la rueda de la vida. Este clasificación puede ser la que consideres apropiada, pero una posibilidad es agrupar:
- Metas profesionales
- Metas económicas
- Metas personales
- Metas familiares
- Metas de Salud
- Metas sociales
La idea con esta separación es que puedas visualizar si te estás enfocando solamente a un ámbito de tu vida y esto sirve para dos cosas: 1. Para ver si perderás balance en tu vida. 2. Si quieres hacer demasiado en un solo aspecto de tu vida es probable que no lo logres.
Por ejemplo, si en el ámbito profesional quieres iniciar tu propia empresa, escribir un libro, dictar varias conferencias y ascender en tu empleo actual probablemente sea casi imposible lograrlo. Pero sí podrás probablemente ascender en tu empleo actual, hacer ejercicio y bajar de peso, comer más saludable, visitar más seguido a tus padres y empezar el hábito de la lectura. Podrás lograr varias metas sin que satures tu vida y te provoques frustración. Esto te motivará a seguir dando pasos hacia delante y lograr metas mayores, a la vez que mantienes una vida equilibrada.
Una vez que tengas tu tabla de metas agrupada la siguiente recomendación es hacer una “carta de hábitos”.
En vez de tener la meta como un ideal a alcanzar, define las pequeñas cosas o hábitos que te van a ayudar a lograrlas. De esta forma se te facilitará. Por ejemplo, hace algunos años me propuse el comenzar a leer y lo que hice fue crearme el hábito dejando siempre en mi buró de cama el libro que estuviera leyendo y siempre antes de dormir leía unas cuantas páginas. Actualmente difícilmente puedo ir a dormir sin leer algunas páginas. Aún cuando el libro no esté en su lugar, tengo que levantarme y buscarlo. De igual forma con todas las metas pueden existir hábitos que se puedan adoptar que faciliten la tarea o al menos ayuden a que sea efectiva. Dejar de fumar? Tira todos lo cigarrillos y encendedores, busca un sustituto y tenlo a mano después de la comida si es cuando normalmente fumas. Bajar de peso? Compra snacks de zanahorias y ponlos a la vista, mientras que te deshaces de las papas fritas. Son solo pequeños ejemplos de cosas que se pueden hacer para que logres tus objetivos. Lo importante es que trabajes en los hábitos, no en el resultado final. El proceso es clave.
Por último, te recomiendo que te vayas monitoreando día a día. En el área de recursos puedes descargar también un calendario para el año 2013 donde podrás ir marcando cada día si cumpliste con tus “micro-metas” o hábitos en cada una de las áreas de tu vida. Rétate a hacerlo todos los días e incluso el día previo define que es lo que lograrás el día siguiente. Por más pequeño que parezca, ese pequeño logró se convertirá en una bola de nieve a tu favor.
Dejemos ser parte de la estadística de los propósitos fallidos y hagamos de este año que comienza un experimento para demostrarnos que con un poco de disciplina y mucha motivación sí se pueden alcanzar las metas.
Te deseo un Feliz 2013 lleno de logros!
Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial
Empresas en coma
Publicado: el lunes 26 de diciembre de 2011 | Por: Francisco
Qué prefiere: Un hijo en coma o un hijo que comete muchos errores?
La respuesta es obvia. Esperemos que nunca estemos en la situación de tener un ser querido en esa situación pero la intención es hacer una analogía aplicable a las empresas.
Cuantas empresas no estarán actualmente en coma o estado vegetativo? Cuantas empresas no estarán una situación en la que prefieran “no moverle” porque han caído en una situación de conformismo o son extremadamente conservadoras?
Ese temor a cometer errores, a emprender nuevos proyectos o simplemente a querer seguir haciendo las cosas siempre igual “porque siempre ha sido así” puede estar costándole más a la empresa que los posibles errores en los que incurriría al atreverse a cambiar.
Preferible un hijo fiestero, amiguero, que comete errores, pero que a la vez es “movido” y que su misma inquietud le permite experimentar cosas nuevas. Seguramente sus tropiezos tendrán un costo pero esas experiencias y esa búsqueda de cosas nuevas no será en vano. Como decimos, “en alguna de esas le va a pegar”. Y no se trata de que opinemos que el ser desorganizado, irresponsable, falto de seriedad, etc. sean atributos deseables. El punto es que lo importante es que la pasividad puede ser el peor enemigo de una empresa (o de una persona).
Si en su empresa no se promueven iniciativas de cambio, o bien, las que se presentan se bloquean. Si en su empresa el status-quo es la ley. Si su empresa no es dinámica, puede estar casi seguro que tiene costos ocultos ya sea por falta de motivación de su personal, por falta de desarrollo de talento, por falta de innovación tecnológica, por falta de nuevas técnicas de administración o de atención al cliente, etc.
Una empresa dinámica es un “caldo de cultivo” para posibles éxitos futuros, mientras que una empresa en coma o estado vegetativo lo es para la mediocridad y por ende para el fracaso futuro. Si usted espera que su empresa crezca y perdure, no espere lograrlo sin estar en movimiento. Los tiempos han cambiado y lo que ayer funcionó probablemente hoy ya no.
Si lo que quiere es ahorrar lo más posible en posibles fallas o en los costos que los cambios implican, entonces no se preocupe, puede quedarse inmóvil y no correrá muchos riesgos, pero seguramente su empresa no saldrá de la cama.
Saludos!
Por Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial
El termómetro de la posada
Publicado: el lunes 19 de diciembre de 2011 | Por: Francisco
Aprovecho estas fechas para tocar este tema.
Cómo es la posada en su empresa? Algo tan común y muchas veces trivial puede ser un muy buen indicador de cómo andan las cosas en su empresa.
Para empezar, quién la organiza o de quién es la iniciativa? Los empleados, recursos humanos, el jefe se involucra?
En ocasiones el jefe ve la posada como una obligación a la cual tiene que asistir y con ese mismo desdén autoriza el presupuesto para la misma. Muchas veces 2 o 3 tres empleados son quienes la organizan y si no fuera por ellos no existiera tal posada. Y en ocasiones se les da la instrucción de gastar “lo menos posible”. Incluso, si no le recuerdan de la posada, mejor “se hace pato”.
A su posada van todos sus empleados? Los motiva a que vayan?
Hay empresas con divisiones tan marcadas y con un clima laboral tan pobre que los empleados prefieren evitar el evento. Y el jefe no le da mucha importancia a esta situación. Por otra parte algunos empleados lo ven solo como una oportunidad para comer y tomar gratis, no como una convivencia de todo el equipo.
Durante la posada existe convivencia?
Si en su posada se arman “grupos” y no existe una convivencia real entre todo el equipo, hay trabajo por hacer en cuanto a la integración. Los jefes conviven con el personal o están en “la mesa de honor” aislados del resto? Si se aíslan en la posada imagine como será en el día a día. Imagine lo que puede costar a la empresa el tener ese tipo de barreras. Imagine lo que pudiera ganar si en vez de tener 2 o 3 bandos dentro de la empresa, todos formaran un equipo con un objetivo común.
Estos son solo algunos ejemplos de situaciones que se pueden presentar que dan una clara idea de cómo anda su organización. Pudiéramos poner más, y son bienvenidos comentarios al respecto.
Si no quiere hacer una evaluación de su clima organizacional “muy completa”, solo evalúe su posada y se puede dar una idea de por qué camino anda.
Si usted es de los empresarios que ve la posada como una oportunidad de integración y que se preocupa porque así sea.
Si la ve como una inversión y trata en la medida de lo posible que sea un evento que valga la pena.
Si aprovecha para convivir con su equipo a un nivel más informal y personal, para reír con ellos y que lo vean como alguien más cercano.
Si ve la posada como una manera de agradecer los esfuerzos de su equipo.
Si para usted la posada no es una obligación sino un evento esperado.
Si usted ve así su posada, felicidades! Es muy probable que tenga un buen clima laboral. Aprovéchelo y tradúzcalo en buenos resultados que a fin de cuentas benefician a todos. Si no, no espere que Santa o los Reyes magos le traigan de regalo una empresa exitosa. Al menos no tan exitosa como pudiera ser.
Saludos y felices fiestas!
Por Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial
Visualiza
Publicado: el lunes 12 de diciembre de 2011 | Por: Francisco
Lea la siguiente sección y una vez terminada cierre sus ojos y repásela en su mente con calma y concentración:
Usted entra al supermercado y se dirige a la sección de frutas y verduras. Llega hasta donde se encuentran los limones y toma uno. Lo toma y siente su textura algo rugosa y lo acerca a su nariz para olerlo. Percibe ese olor a cítrico. Después, clava su uña en la cáscara del limón y empieza a pelarlo y el olor se intensifica. Lo pela con calma y cada vez el olor es más notorio. Una vez que ha terminado de pelarlo le da una mordida y el jugo del limón empieza a salir en su boca y usted siente esa acidez y lo agrio del limón a la vez que al morderlo siente como va reventando los gajos dentro del limón. Le da otra mordida y su sentido del gusto reacciona y se estremece por la acidez del limón.
Cierre sus ojos y repase la escena anterior con toda calma. Trate de ubicarse realmente en esa situación.
Ahora bien, la pregunta es: Si realmente visualizó está situación correctamente enfocado observó alguna reacción? Sintió acaso que se le “hizo agua la boca”?
Al hacer este ejercicio una gran cantidad de personas empiezan a salivar al estar pensando en el limón, al morderlo, al “sentir” su acidez.
El punto de esto es: El cerebro humano muchas veces no distingue entre lo que es real y lo que es imaginario. Si pensar en oler o morder un limón nos puede hacer salivar casi como si lo estuviéramos haciendo realmente, por qué no pensar de una manera positiva? Por qué no vernos como personas exitosas? Por qué no vernos cerrando esa próxima venta? Por qué no decirle al cerebro que somos los mejores? Por qué no “darle a morder” el “limón” que mejor nos convenga?
Si el cerebro no distingue realidad de imaginación, para que imaginamos lo negativo? Cuidado! Tú cerebro se lo puede creer.
No se trata de que por pensar positivamente todo se resuelve. Pero qué prefieres: Un cerebro que te visualiza perdedor/mediocre? Un cerebro que te visualiza 100% “real” y no “ve” más allá? O un cerebro que te visualiza como lo que quieres y puedes llegar a ser?
Es indispensable que nos visualicemos como queremos ser para que nuestro cerebro nos vea y nos programemos para ser de esa manera.
Como dicen por ahí, no digas mentiras, nada más no digas toda la verdad! Con tu cerebro puede aplicar igual. A fin de cuentas el decirle a tu cerebro que eres mejor, que eres exitoso, que vas a cerrar ese trato, etc. no son mentiras, simplemente son cosas que todavía no han sucedido pero que están por suceder.
Saludos!
Por Francisco Duarte / Crece Coaching & Consulting Empresarial
Patos o Águilas
Publicado: el lunes 5 de diciembre de 2011 | Por: Francisco
Les comparto esta historia que me hizo llegar un amigo que encuentro bastante enriquecedora y que espero lo sea para quien la lea.
—
Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salio del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi.
Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy Willy, su chofer. Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable”
Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo, “Le gustaría un café?
Tengo unos termos con café regular y descafeinado”. Rodrigo bromeando le dijo: “No, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo un hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja”. Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomare la Cola dietética”
Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el Reforma, Esto, Novedades y Selecciones…”
Al comenzar el viaje, Willy le paso a Rodrigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenia el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus
meditaciones. …
“Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus clientes así?”
Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo personal. El acababa
de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. El decía: Deja de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos solo hacen
ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo”.
“Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los
clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios”.
“Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo.
“Si, seguro que si”, le dijo Willy. “Mi primer año de águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique.
Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio”.
Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.
Willy el taxista, tomo una diferente alternativa:
El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, Un servidor publico,»político», ejecutivo, empleado o profesionista, ¿Cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima de los otros?
El grano de café…
Publicado: el lunes 28 de noviembre de 2011 | Por: Francisco
Les comparto este relato que me compartió hace ya unos meses un compañero y que encuentro muy interesante para que reflexionemos.
—-
Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y como las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejo hervir sin decir palabra. La hija espero impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su Padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego; Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en un plato. Coló el café y lo puso en una taza. Mirando a su hija le dijo: »Querida; ¿Qué ves?» «Zanahorias, huevos y café; fue su respuesta.” La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó: «¿Qué significa esto, Padre?»
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, Pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
¿Qué ocurrió con los granos de café?
Los granos de café fueron los únicos que después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
¿Cuál eres tú?, le preguntó a su hija. «Cuando la adversidad llama a tu puerta», ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?
¿Y cómo eres tú: Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable?
Posees un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido.
Por fuera te ves igual, pero eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido.
¿O eres como un grano de café?
El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor.
Cuando el agua llega al punto de ebullición, el café alcanza su mejor sabor.
Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren también.
¿Cómo manejas la adversidad?
¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?
Qué es el Exito…
Publicado: el viernes 25 de noviembre de 2011 | Por: Francisco
Reír frecuentemente y amar mucho.
Ganar el respeto de personas inteligentes y el afecto de los niños.
Recibir la aprobación de críticos honestos y soportar la traición de los falsos amigos.
Apreciar la belleza, encontrar lo mejor en los demás y dar de uno mismo.
Dejar el mundo un poco mejor, ya sea por darle salud a un niño o reparar un jardín.
Haber jugado y reído con entusiasmo y cantado con gozo.
Saber que al menos una vida ha respirado mejor porque tú has vivido.
– Esto es lograr el éxito.
Atribuido a Ralph Waldo Emerson y Elizabeth Ann Anderson
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Francisco Javier Duarte R.
Coach/Consultor
Con 11 años de experiencia a nivel gerencial en un grupo empresarial regional.
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