Lo que podemos aprender de las termitas

Publicado: el miércoles 24 de octubre de 2012 | Por: Francisco

“El talento gana juegos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos” – Michael Jordan

Las termitas son esos pequeños insectos comúnmente asociados con destrucción y enemigos declarados de nuestros hogares y construcciones. Sin embargo, recientemente me topé con información de como estos pequeños animales construyen sus nidos. Estos nidos pueden llegar a medir casi hasta cuatro metros de alto en algunas partes de África, lo cual es impresionante dadas las dimensiones de estas criaturas. Sería el equivalente a que el hombre construyera un edificio de más de tres kilómetros de alto. Todo si herramientas, sin un plan predefinido y sin un supervisor. Simplemente basados en trabajo en equipo y colaboración para lograr el objetivo.

Qué pasaría si cada termita decidiera hacer su propio nido? Seguramente no lo lograran. Requieren de sus compañeros para poder ir “construyendo” sobre lo que los demás van formando. De esta manera la estructura puede ir creciendo. Lo interesante es que no se comunican entre ellas. No cuentan con un plano que les diga el siguiente paso. Simplemente trabajan para el bien común. Científicos han tratado de estudiar cómo lo hacen y siguen sin poder llegar a una conclusión clara.

Imagina que en nuestras organizaciones (incluyendo la familia) nos comportáramos como las termitas. Trabajando hombro con hombro para lograr el objetivo. Sin necesidad  me múltiples correos o memos. Sin necesidad de pregonar el trabajo el equipo en posters, que no se traducen a la acción.

Al igual que las termitas, los equipos más exitosos son aquellos que llegan al punto de comunicarse sin necesidad de comunicarse. El nivel de sincronía es tal que ya saben lo que le toca a cada quien hacer. Saben lo que los demás necesitan y lo que van a hacer. Esto no significa que no deba existir comunicación. Pero esta comunicación no debe necesariamente venir en papel membretado para ser útil. Hay gran diferencia entre comunicación e instrucciones. El mundo del deporte es un claro ejemplo de esto también. Los mejores equipos no requieren que cada movimiento que se vaya a hacer dentro del terreno o la cancha dependa de una instrucción del entrenador o de una señal de parte de un compañero. Los jugadores de los grandes equipos prácticamente se “leen” unos a otros.

Qué bueno sería tener una organización con estas características y con este tipo de equipos. Qué bueno sería que no existieran los protagonismos, la competencia interna, las zancadillas y demás actitudes que dañan a una organización.

La realidad es que no es fácil, y es algo que se debe ir cultivando con el tiempo. Es algo que se va integrando como parte de la cultura de la empresa. Lo importante es que estemos conscientes de que las empresas son equipos, y que los equipos exitosos deben funcionar como tales. De lo contrario, no esperemos que podamos hacer un edificio de tres kilómetros de alto!

Saludos!

Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial

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