La humildad del líder

Publicado: el lunes 14 de mayo de 2012 | Por: Francisco

«Ser humilde para con los superiores es un deber; para con los iguales, una muestra de cortesía; para con los inferiores, una prueba de nobleza.» – Benjamin Franklin

 

Sin duda uno de los personajes más admirados de la historia reciente es Nelson Mandela. Su biografía es verdaderamente un caso de estudio, pero en este espacio quiero aprovechar solo un breve relato que hace algunos días encontré en el que hacen referencia a su persona.

Se dice que un hombre de negocios asistió a una cita con Mandela en el palacio presidencial mientras era Presidente de Sudáfrica. El empresario se sorprendió al llegar porque Mandela se encontraba esperándolo en el estacionamiento para recibirlo. Mandela lo saludó, así como a su chofer. Después de esto, el presidente y el empresario entraron al palacio donde desayunarían mientras que el chofer regresó al automóvil a esperar.

Una vez en la mesa Mandela le pregunta al empresario: “Pensé que eran dos personas” a lo que el empresario responde: “No. Vengo yo solo”. “Y qué hay del otro caballero que saludé?” insistió el presidente. “No, señor, él es solo un chofer. Él esperará en el auto” respondió.

Para sorpresa del hombre, Mandela se levantó de su lugar y fue al auto y al regresar anunció a la servidumbre: “El caballero nos acompaña a desayunar, podrían poner otro plato por favor?”

Sin duda, debió ser una verdadera lección tanto para el empresario como para el chofer.

La pregunta es: Cuántos de nuestros líderes realmente tendrán esa humildad? Más aún: Cuántos de nosotros, independientemente de nuestra posición, tenemos esa humildad?

La humildad, el tratar a las personas como iguales independientemente de su posición social o económica, o de la nuestra, es una cualidad que todos debiéramos perseguir. Sin embargo, para las personas en posiciones de liderazgo esto es aún de mayor importancia si aspiran a ser verdaderos líderes. Hay quien dice que la autoridad es un pobre sustituto del liderazgo. Lo que sí es cierto, es que un líder carente de humildad caerá en la arrogancia y en la prepotencia provocando que la gente no le siga. Probablemente le obedezca, pero no le seguirá.

Tú crees que Mandela ganó o perdió al actuar de esa manera? Perdería el respeto de las personas? Seguramente lo ganó. Seguramente la imagen de estas personas y “el sabor de boca” que se llevaron de el presidente superó sus expectativas. No tenía nada que perder si en vez de esperar a la persona en el estacionamiento le esperaba en su despacho y probablemente lo hacía esperar 15 minutos. A fin de cuentas era el presidente! No hubieran hablado mal de él si dejaba al chofer esperando. Que más da… Solo era un chofer!

Liderazgo puede a veces sonar un concepto trillado, sobreexplotado y en ocasiones mal empleado. Pero esto no lo hace ser menos importante. El verdadero liderazgo se basa en las personas, y el verdadero líder también. Se preocupa por ellas de una manera auténtica, no de una manera manipuladora. El que busca que lo sigan, pensando en sí mismo, difícilmente lo conseguirá. Pero aquel que realmente piensa en los demás es quien siempre tendrá quien le siga.

Humildad no es sumisión. Humildad no es hacerse menos. Humildad es hacerse igual. Y al final del camino, todos somos personas con pensamientos y sentimientos. El verdadero líder sabe y reconoce esto.

Humildemente…

 

Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial

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