Fuerza de Voluntad? (Parte 2 de 2)

Publicado: el miércoles 14 de noviembre de 2012 | Por: Francisco

En la primera parte de este artículo mencionamos dos experimentos que se hicieron para “probar” la fuerza de voluntad de los participantes. De estos experimentos podemos ver por una parte que la fuerza de voluntad se puede agotar una vez que hacemos uso de ella. Pero por otra parte, vimos también que la fuerza de voluntad no necesariamente es un don divino, sino que requiere que nosotros implementemos las rutinas, procesos y hábitos necesarios para realmente no tener que hacer uso de esa fuerza de voluntad.

El hacer uso de nuestra fuerza de voluntad cuando nos enfrentamos a una situación que la requiere es algo complicado. Es mucho más fácil el tener “mecanismos” que nos permitan evitar la tentación o al menos desviar nuestra atención de ella.

En otro experimento que se hizo, se le pidió a un grupo de personas que llevaran un estricto control sobre todo lo que gastaban durante un cierto período de tiempo. Se les dio un formato para que llevaran este control. En eso consistió ese experimento nada más.

Pero lo interesante fue que las personas a quienes les “hicieron” el hábito de llevar el control de todos sus gastos tuvieron efectos secundarios. Al desarrollar este hábito y la disciplina con su dinero, fueron también empezando a cambiar otros aspectos de su vida como su alimentación, hacer ejercicio, etc.  El hecho de empezar a disciplinarse en un aspecto de su vida, les ayudó a hacerlo en otros. Entonces podríamos decir que la fuerza de voluntad se desarrolla. Pero se desarrolla en base a definir hábitos y tener auto-disciplina, no en base a ponernos a prueba con situaciones ante las que muy probablemente vamos a sucumbir.

Para concluir podemos decir que la tan famosa fuerza de voluntad es como un músculo. Si se usa demasiado se puede agotar. Pero se puede fortalecer si hacemos “ejercicio” repetidamente.

Saludos!

Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial

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