Felicidad efímera?

Publicado: el jueves 22 de noviembre de 2012 | Por: Francisco

“La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida” – Viktor Frankl

Es común encontrar personas que comentan que quisieran ser felices. Prácticamente todos decimos querer ser felices. Pero a qué nos referimos realmente?

Autores como Viktor Frankl, señalan que la felicidad no es un destino sino que es el camino que se recorre y esto es muy cierto. A continuación algunos ejemplos y experimentos que soportan esta idea.

Imagina que después de ahorrar por años puedes comprar el auto de tus sueños. Seguramente la emoción y la adrenalina al momento de manejarlo por primera vez son increíbles! Pero qué pasa unos meses después? Sigues tan emocionado por el auto? Cuándo eras más feliz justo después de comprarlo o ahora? Realmente cuando nos produce placer ese auto? Realmente solo cuando pensamos en el flamante auto que tenemos. Y la verdad no debe ser una gran porción del tiempo así que podríamos decir que no nos genera un gran placer. Entonces lo material no es la felicidad?

Y qué pasa con quienes ganan la lotería? Hay estudios que dicen que la felicidad y la euforia de ganar la lotería decrece rápidamente con el paso del tiempo.

Al igual que con quien gana la lotería, la felicidad es relativa. Dependiendo de nuestra situación previa es como evaluamos el grado de felicidad que algo nos genera. Si colocamos tres tazones uno con agua helada, otro con agua caliente y otro con agua a temperatura ambiente y metemos una mano en el agua caliente y otra en el agua fría y las sacamos y metemos en el agua a temperatura ambiente al mismo tiempo la sensación será muy diferente. Para una mano el agua estará fría, para la otra estará caliente. Así la felicidad no es algo “concreto”. Depende de nuestra percepción.

En otro experimento en el que se les solicitó su participación a un grupo de estudiantes para responder un cuestionario sobre qué tan felices se sentían, se les pidió que primeramente sacaran una copia a un documento. La diferencia estuvo en que la mitad del grupo se encontraba una moneda sobre la copiadora. Curiosamente, los estudiantes que se encontraron la moneda en promedio respondieron “ser más felices” que aquellos que no hallaron las monedas. Seguramente todos tendrían sus momentos felices y sus malos momentos a lo largo de sus vidas. Pero lo que les acababa de pasar tenía un efecto muy fuerte sobre su percepción de su propia felicidad. El estado de ánimo presente tiene gran influencia sobre que tan felices somos y aunque pueda resultar incluso molesto para algunos, estos experimentos, muestran que nuestra felicidad por lo general “tiene memoria de corto plazo”.

En otro experimento, los participantes iban a introducir sus manos en recipientes con agua tres veces pero con algunas variantes. En uno de los intentos introducían la mano en agua a 14 grados centígrados, lo cual es frío y molesto pero no insoportable durante 60 segundos y al terminar se les daba una toalla tibia. En otro intento introducían la mano los mismos 60 segundos en agua con la misma temperatura pero a partir del segundo 60 y hasta llegar a 90 segundos se empezaba a introducir agua tibia poco a poco en el recipiente de tal manera que la temperatura subía un grado lo que hacía la sensación un poco más «agradable». Para controlar el experimento algunos hicieron primero el intento corto, otros el largo, algunos metieron la mano derecha en el intento corto y la izquierda en el largo, etc.

Dado que a los participantes se les había dicho que iban a ser tres intentos, se les dice que escojan cual de los dos intentos previos prefieren ya que el tercer intento sería una réplica exacta de alguno de los dos intentos previos. Cuál escogerías tú? El resultado del experimento fue que 80% prefirió el intento con 90 segundos de duración.

Si lo vemos objetivamente, este intento de 90 segundos hace “sufrir” más a los participantes ya que dura los mismos 60 segundos del otro y 30 segundos extras menos dolorosos. Sin embargo, el recuerdo del final más placentero es lo que queda grabado en nuestra mente.

El “Yo que recuerda” es más fuerte que el “Yo que experimenta”.

La felicidad no es un concepto estático sino dinámico. La felicidad se “alcanza y se suelta” rápidamente para volverla a buscar nuevamente. La felicidad es disfrutar esa continua búsqueda. Hay frases que señalan que lo único que importa es el presente y esto parece que no es nada más un discurso motivacional sino que es también la forma en que funciona nuestra mente.

En conclusión, la felicidad es disfrutar cada momento y sentirnos felices por él, porque de cualquier forma la felicidad será algo que se diluya con el paso del tiempo. Nuestra percepción de la felicidad la define más nuestro momento presente que nuestro pasado, así que depende de nosotros sentirnos felices, no de lo que ha pasado ni de lo que pasará.

 

Saludos!

Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial

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