Como te hablas a ti mismo?
Publicado: el miércoles 14 de mayo de 2014 | Por: Francisco
“En vez de enfocarte en por qué algo no puede hacerse, piensa como sí puede hacerse” – Jerry Bruckner
Nuestro “software” mental definitivamente juega un papel importante en nuestro desempeño en los diferentes aspectos de nuestra vida. En el libro “What to say when you Talk to yourself” (Qué decir cuando te hablas a ti mismo) de Shad Helmstetter, el autor discute el tema de cómo nos “auto-programamos” de acuerdo a lo que nos decimos a nosotros mismos.
Aunque puede ser un tema que cause escepticismo, la realidad es que aún sin estar convencidos con el hecho de que podemos reprogramarnos si nos hablamos de la manera correcta, es difícil que alguien argumente que con una forma de pensar negativa de nosotros mismos y de lo que nos sucede podemos alcanzar el éxito.
Nuestros resultados son generados por nuestras acciones y comportamiento, el cual a su vez es generado por nuestros sentimientos o emociones. No hacemos aquello que no “sentimos” ganas de hacer. Este sentir depende de las actitudes que nos hayamos formado sobre el tema que se trate y esa actitud es influenciada o determinada por nuestras creencias al respecto. Y esas creencias dependen ni más ni menos que de nuestra programación mental la cual hemos ido adquiriendo a través del tiempo.
Por ejemplo, si tenemos que hacer llamadas para vender un producto, con toda seguridad no obtendremos los resultados esperados si no las hacemos. Esto es obvio. Pero la pregunta es: Por qué no hacemos las llamadas? Probablemente no hacemos las llamadas porque “no nos gusta” hacerlo. No nos gusta vender y sentimos miedo al rechazo. Ese miedo al rechazo a su vez puede tener sus raíces en que nos formamos una actitud negativa respecto al tema de las ventas y al tener que ser rechazados. Esa actitud negativa puede ser originada por la creencia de que el rechazo nos hace menos como personas y que el vender es algo molesto. Por qué podemos tener esa creencia? Por qué esa es la idea que se nos “programó” durante nuestra formación.
Cómo sería esa situación diferente si desde pequeños nos hubiéramos desenvuelto en un ambiente propicio a las ventas? Que tal si nuestros padres hubieran sido vendedores y que desde pequeños nos hayan inculcado que el vender es una forma de satisfacer necesidades de las otras personas y que el rechazo no es nada personal sino solo un requisito natural para alcanzar las metas? Seguramente nuestra programación sería diferente.
Lo interesante está en que aún cuando ya contemos con una programación actualmente, podemos cambiarla y sustituirla por una que no sea una limitante. Cómo? Hablándonos de manera positiva. En vez de decirnos “no puedo”, decirnos “sí puedo”. En vez de decirnos “no me gusta”, decirnos “sí me gusta”. Al final de cuentas, nuestro cerebro subconscientemente aceptará lo que le digamos.
Pasemos pues, del “No Puedo” al “Sí puedo” porque “Soy mejor” porque “Así es” mi realidad. Veámonos a nosotros mismos, y a nuestra realidad con un programa renovado.
Recuerda que todo se crea dos veces. Primero en la Mente, y luego en la Realidad.
Saludos!
Francisco Duarte
Crece Coaching & Consulting Empresarial