Como atrapar un mono
Publicado: el lunes 23 de julio de 2012 | Por: Francisco
“En 20 años estarás más arrepentido de las cosas que no hiciste, que de aquellas que hiciste” – Twain
Leí hace unos días que algunas tribus africanas capturan monos de una manera muy práctica sin el uso de artefactos avanzados ni armas. En el tronco de un árbol hacen un hoyo de una medida que la mano del mono pueda entrar justa. En el interior de ese árbol depositan frutos u otros alimentos que le resultan irresistibles al mono. Eso es todo. Qué pasa? El mono al llegar al árbol, introduce su mano, toma un gran puñado de los alimentos y para su sorpresa al querer sacar su mano, esta no cabe por donde entró debido a que está llena y su tesoro le impide que salga. Para que salga debiera dejar ir lo que ya tiene en las manos. Sin embargo, se esfuerza una y otra vez por querer sacar su mano con los alimentos, y es en este continuo esfuerzo que los “cazadores” pueden tranquilamente echar mano de él.
Creo que algunos de los que leamos esto, podemos identificarnos con estos monos. Cuántos de nosotros nos aferramos a no soltar lo que tenemos aunque esto implique el lograr lo que realmente queremos? Por no soltar algo que tenemos seguro podemos convertirnos en “presas”. Preferimos no dejar ir aunque esto implique estar realmente atrapados.
Es importante que cada uno de nosotros evaluemos si esta es nuestra situación. No significa que todos debamos de hacer cambios radicales y dejar lo que hoy tenemos. Habemos diferentes tipos de personas y probablemente a algunos les haga feliz el mantener esa seguridad a cualquier costo. Pero si no es el caso, qué es lo que nos detiene? Nosotros mismos! Al igual que el mono podría fácilmente sacar su mano del árbol. Pero muchas veces caemos en esa zona de confort que nos impide ir más allá. Sabemos que habrá frutos en otros árboles, probablemente más y mejores pero preferimos los que están a mano.
Pensemos que lo que a veces es nuestra fuente de seguridad, puede ser nuestro principal “grillete” que nos impida alcanzar lo que realmente soñamos.
Cada persona es diferente, así que no debemos generalizar recomendaciones, pero sí pensemos dos veces: Es esto realmente lo que quiero? Es esto lo mejor que hay para mí? Si la respuesta es no, entonces qué me detiene?
No nos convirtamos en monos atrapados, ya que en nuestro caso, no hay nadie que nos esté cazando, somos nosotros mismos quienes decidimos vivir aferrados a un árbol.
Saludos!
Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial