Estamos en un zoológico?

Publicado: el miércoles 15 de agosto de 2012 | Por: Francisco

Una madre y un bebé camello estaban descansando, y de repente el bebé camello pregunta…

-…Madre; puedo preguntarte algunas cosas?

– Claro que sí !

– Por qué los camellos tenemos joroba? 

– Mira hijo, nosotros somos animales del desierto, y necesitamos la joroba para guardar agua y poder sobrevivir sin ella.

– ¿Bien, entonces por qué son nuestras piernas largas y tenemos estas pezuñas?

– ¡Hijo, con ellas podemos andar en el desierto, con estas piernas nos podemos mover por el desierto mejor que nadie y las pezuñas nos sirven para no hundirnos en la arena! Dijo la madre orgullosamente.

– ¿Bien, entonces por qué son nuestras pestañas tan grandes? A veces esto molesta mi vista

– Hijo mío, esas pestañas largas y gruesas son tu tapa protectora. Ellos ayudan a proteger tus ojos de la arena de desierto y viento, dijo su madre con ojos llenos de orgullo….

– Ya entiendo. Entonces la joroba debe almacenar el agua cuando estamos en el desierto, las piernas son para andar por el desierto y estas pestañas protegen mis ojos del desierto…

¡Y de qué me sirve todo eso aquí en el zoológico!???

 

Todos tenemos habilidades especiales. Todos somos buenos para algo, y no tan buenos para otras cosas. También todos somos pésimos en muchas cosas. Lo importante no es ser el mejor en todo. Lo importante es sacarle el mayor provecho posible a nuestras fortalezas. La pregunta es: Lo estamos haciendo? Estamos en el lugar correcto para hacerlo?

Muchas veces estamos en un puesto de trabajo por la seguridad que este nos brinda, más que porque es el lugar indicado para nosotros. El saber que cada día de nómina recibiremos nuestro pago es más fuerte sobre todo si una familia depende de nosotros, lo cual es perfectamente entendible. El problema por un lado es que la seguridad que nos da un empleo es una falacia sobre todo en estos tiempos. Por otra parte, si estamos en un empleo donde no explotamos nuestras fortalezas, lo más probable es que no estemos teniendo un gran éxito en el mismo.

Si no hacemos lo que nos gusta, y en los que somos buenos, los resultados no serán extraordinarios. Si nuestros resultados no son extraordinarios, entonces nos convertiremos en una pieza más que en cualquier momento la empresa puede decidir mover. Y la “seguridad” donde quedó? Esta supuesta “seguridad” no existe cuando no explotamos nuestras habilidades.

Ya sea como empleados o como independientes, la seguridad nos la dará el qué tan valiosos somos y qué tanto aportamos a los demás (empresa, clientes, compañeros, etc.) y no la empresa en sí. No busquemos que el patrón nos dé la seguridad.

Debemos buscar un tiempo fuera del trabajo para ello de ser necesario, o en el mismo trabajo buscar oportunidades que nos permitan destacar y hacernos ganar esa seguridad gracias al valor que aportamos.

Lo bueno de esto es que por lo general nuestras fortalezas van de la mano con aquello  que nos gusta hacer. Así que no tenemos pretextos.

Lo triste de este asunto sería que nunca explotemos esas habilidades y fortalezas.

Probablemente un camello en un zoológico tendrá una vida más fácil que uno que vive en el desierto del Sahara (lugar seguro, comida, etc.), pero seguramente nunca desarrollará el potencial que tiene y nunca se realizará plenamente.

Hay quienes nacieron para ser empleados, y ello no tiene nada de malo. El problema es ver el trabajo como un “refugio” otorgado por nuestro patrón, en vez de verlo como una arena para explotar nuestras fortalezas y seguirnos desarrollando.

Si no lo hacemos, nos arriesgaremos a vivir siempre en un “zoológico” donde nuestros dones no sirvan de nada!

 

Saludos!

Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial

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