Disciplina en las Finanzas Personales
Publicado: el lunes 20 de febrero de 2012 | Por: Francisco
Este será el primero de algunos artículos con el fin de dar recomendaciones para manejar mejor nuestras finanzas personales. Pero antes de entrar en el tema los pesos y los centavos hay un tema de actitudes que tendríamos que tratar.
Autodisciplina es hacer las cosas que tenemos que hacer, cuando las tenemos que hacer, nos guste o no.
Cuántos de nosotros contamos con esa cualidad cuando se trata de administrar nuestro dinero?
El saber llevar reportes de gastos, reportes de ingresos, saber donde y como ahorrar, como manejar nuestras tarjetas, etc. realmente pasa a segundo término si no tenemos la disciplina de llevar a cabo las cosas que sabemos son correctas. Todos sabemos que es bueno hacer ejercicio y no todos lo hacemos. Todos sabemos que no es bueno comer muchas gracias y carbohidratos pero aún así lo hacemos. La palabra clave es disciplina. Y esto es una cuestión de ACTITUD, no de conocimiento.
Ahora bien, para que podamos tener la disciplina que necesitamos, tenemos que tener una misión o una motivación lo suficientemente fuerte para que nos mantengamos firmes a pesar de las tentaciones. Es por esto que es muy importante que cada uno de nosotros tengamos muy definido lo que queremos lograr. Esa disciplina será nuestro “control” para que logremos nuestro objetivo, pero si no lo tenemos claro, entonces inconscientemente “pensaremos” que como no es tan importante, y como es tan vago y subjetivo no pasa nada si nos desviamos un poquito “solo por hoy”. Pero si por ejemplo tenemos bien definido ahorrar X porcentaje de nuestros ingresos al mes para poder tener X cantidad ahorrada en X cantidad de años, entonces ya sabremos que cada paso en falso nos alejará de lo que queremos lograr.
Y si a esas metas les ponemos aún mayor significado como por ejemplo: La universidad de mi hijo, nuestra segunda luna de miel, el capital para mi propio negocio, un retiro digno, etc. entonces nuestro incentivo para mantenernos disciplinados será mayor. A fin de cuentas las personas respondemos mejor a las emociones que a las cifras.
Más adelante hablaremos de recomendaciones para manejar nuestros ingresos, gastos, ahorros, créditos, etc. Pero por lo pronto vayamos definiendo lo que queremos lograr. Démosle sentido e importancia a tener unas finanzas personales sanas porque si no es así, entonces la pregunta ¿para qué ahorro? se hará presente en cada oportunidad y si no le tenemos una respuesta contundente y valiosa, no tendremos la autodisciplina necesaria. A fin de cuentas el dinero es un medio, no un fin. Y si no tenemos un fin, para que cuidarlo?
Saludos!
Por Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial