Empresas en coma
Publicado: el lunes 26 de diciembre de 2011 | Por: Francisco
Qué prefiere: Un hijo en coma o un hijo que comete muchos errores?
La respuesta es obvia. Esperemos que nunca estemos en la situación de tener un ser querido en esa situación pero la intención es hacer una analogía aplicable a las empresas.
Cuantas empresas no estarán actualmente en coma o estado vegetativo? Cuantas empresas no estarán una situación en la que prefieran “no moverle” porque han caído en una situación de conformismo o son extremadamente conservadoras?
Ese temor a cometer errores, a emprender nuevos proyectos o simplemente a querer seguir haciendo las cosas siempre igual “porque siempre ha sido así” puede estar costándole más a la empresa que los posibles errores en los que incurriría al atreverse a cambiar.
Preferible un hijo fiestero, amiguero, que comete errores, pero que a la vez es “movido” y que su misma inquietud le permite experimentar cosas nuevas. Seguramente sus tropiezos tendrán un costo pero esas experiencias y esa búsqueda de cosas nuevas no será en vano. Como decimos, “en alguna de esas le va a pegar”. Y no se trata de que opinemos que el ser desorganizado, irresponsable, falto de seriedad, etc. sean atributos deseables. El punto es que lo importante es que la pasividad puede ser el peor enemigo de una empresa (o de una persona).
Si en su empresa no se promueven iniciativas de cambio, o bien, las que se presentan se bloquean. Si en su empresa el status-quo es la ley. Si su empresa no es dinámica, puede estar casi seguro que tiene costos ocultos ya sea por falta de motivación de su personal, por falta de desarrollo de talento, por falta de innovación tecnológica, por falta de nuevas técnicas de administración o de atención al cliente, etc.
Una empresa dinámica es un “caldo de cultivo” para posibles éxitos futuros, mientras que una empresa en coma o estado vegetativo lo es para la mediocridad y por ende para el fracaso futuro. Si usted espera que su empresa crezca y perdure, no espere lograrlo sin estar en movimiento. Los tiempos han cambiado y lo que ayer funcionó probablemente hoy ya no.
Si lo que quiere es ahorrar lo más posible en posibles fallas o en los costos que los cambios implican, entonces no se preocupe, puede quedarse inmóvil y no correrá muchos riesgos, pero seguramente su empresa no saldrá de la cama.
Saludos!
Por Francisco Duarte – Crece Coaching & Consulting Empresarial